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Levantamos la mano por la aventura de aprender

En Fe y Alegría reafirmamos nuestra convicción de que una educación pública de calidad es clave para construir un mundo más justo y equitativo. En el marco del Día Internacional de la Educación, hacemos un llamado a Ministras, Ministros de Educación y altas autoridades de los 22 países donde estamos presentes, a reconocer el papel esencial del aprendizaje y a renovar su compromiso de trabajar en conjunto para garantizar este derecho fundamental.

 

Fe y Alegría hace hoy un llamado urgente a incrementar el acceso, permanencia y promoción, así como la calidad de la educación para asegurar que nadie se quede atrás, prestando especial atención a las niñas, las mujeres, las personas con discapacidad y las personas migrantes. Los Gobiernos deben tomar medidas inmediatas para cumplir sus compromisos, mejorando las condiciones educativas, como la infraestructura, la conectividad y los entornos seguros, y cerrar las brechas de aprendizaje.

Es esencial defender y fortalecer la inversión en educación pública de calidad porque esto estimula el crecimiento económico: cada dólar que un gobierno gasta en educación aumenta el PIB en una media de 20 dólares. Si todos los niños, niñas y jóvenes estuvieran escolarizados y aprendiendo, el PIB mundial aumentaría en 6,5 billones de dólares al año.

“La 4ª Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo que se celebra este año es la oportunidad de la década para llegar a compromisos de justicia fiscal que reviertan en una mayor justicia educativa. Desde Fe y Alegría estaremos siguiendo las negociaciones y llamando al bien común y a la redistribución equitativa”, comentó Daniel Villanueva, coordinador general de Fe y Alegría Internacional.

Exigimos que las políticas públicas garanticen de manera efectiva la educación desde la primera infancia, comenzando progresivamente desde el primer año de enseñanza preescolar obligatoria y gratuita. Los logros en las edades tempranas serán fundamentales para que la educación cumpla su potencial hasta la vida adulta, desarrollando las capacidades que permitan una vida digna y contribuyan a la transformación de las condiciones para crear sociedades más inclusivas, justas y democráticas.

Para responder al llamado de la UNESCO de reimaginar la Educación, los Gobiernos deben permitir que los currículos oficiales sean flexibles y fomenten la innovación como principios de transformación en los procesos educativos, adoptando un nuevo paradigma de calidad. Centrando nuestra atención en la persona como titular de derechos, los aprendizajes integrales e inclusivos deben enriquecerse desde los contextos con nuevos contenidos, recursos, tecnología, metodologías y estrategias a la altura de los desafíos actuales; la innovación ha de estar al alcance de todo el estudiantado y profesorado, no puede ser una moneda de cambio por la privatización de los sistemas educativos.

Por último, es imperativo garantizar la formación inicial y continua de los docentes, basada en criterios de pertinencia y calidad, para no comprometer la educación especialmente la de las poblaciones en condiciones de mayor vulnerabilidad y exclusión. Es con docentes bien remunerados, que cuenten con condiciones adecuadas de trabajo, como será posible lograr una educación de calidad. Tal y como destaca el más reciente Informe GEM de UNESCO, el liderazgo educativo de docentes, formadores y demás personal educativo suele ser el factor más influyente en un sistema educativo, especialmente en lo que respecta a los resultados de aprendizaje.

“Es alarmante saber, por un estudio del Ministerio de Educación, que más de un millón de niñas, niños y adolescentes entre los 4 y los 18 años han quedado fuera del sistema educativo en pleno siglo XXI. No solo se está vulnerando el derecho básico de todos ellos a su propia educación y desarrollo, sino que se está poniendo en riesgo el futuro social y económico del país. ¿Dónde irán todos estos adolescentes sin estudios adecuados ni un trabajo digno?” se pregunta con preocupación el P. Ernesto Cavassa, S.J. director general de Fe y Alegría del Perú.

Fe y Alegría reconoce la necesidad de abordar las brechas persistentes y se compromete a seguir trabajando incansablemente para superar los obstáculos que impiden que muchos colectivos puedan acceder al derecho a aprender.

En este marco, la Federación Internacional Fe y Alegría está haciendo incidencia política multinivel y dialogando con organizaciones internacionales, redes, plataformas y aliadas para generar lazos en torno a la recién lanzada Campaña por el Derecho al Aprendizaje. Sólo con aprendizajes de calidad, la educación se convierte en una herramienta liberadora y poderosa para el cambio social, para que cada persona pueda realizar su vocación de ser agente de cambio, que tiende puentes hacia un futuro más brillante y equitativo.

 ¡Súmate a la campaña y actúa!  

www.derechoalaprendizaje.org

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